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Nazareth Montilla/ Prensa Gobernación.- La gobernadora de Monagas, Yelitza Santaella, se comprometió con los habitantes de la urbanización La Llovizna, en la zona industrial de Maturín, a darle solución a los problemas que vienen presentando con los servicios de agua potable y aguas servidas, que por más de ocho años los han aquejado.
Al menos 6 mil 300 personas han vivido en malas condiciones por el déficit de agua potable y el desbordamiento de las cloacas debido a que la planta de tratamiento de la localidad está dañada.
La mandataria regional informó que ya van a comenzar los trabajos, que incluyen la instalación de 460 metros de tuberías y la toma de muestras a los pozos profundos para diagnosticar si el agua está apta para el consumo humano.
Estimó que en dos meses podrían culminadas estas labores. Sin embargo, adelantó que llevarán camiones vacuum a la escuela La Llovizna para destapar las cañerías y reiniciar las clases el lunes después de semana Santa.
Desinversión suprema
La Gobernadora comentó que el problema del agua es un mal mayor en el estado Monagas debido a la desinversión por parte de la gestión del ex gobernador José Gregorio Briceño, quien hizo caso omiso a los llamados del pueblo.
“Este señor publica en las redes sociales ‘queremos un cambio’, pero yo le digo que ese cambio ya llegó. Aquí estamos los revolucionarios para trabajar por el pueblo, no como él, que dijo que instaló dos bombas en la planta de tratamiento del Bajo Guarapiche en el mes de noviembre y el trabajo quedó malo. Nosotros si vamos a trabajar con eficiencia”, sentenció.